Recientemente ha sido aprobado el Real Decreto Ley de Mediación Civil y Mercantil que pone a disposición de los ciudadanos un mecanismo de resolución de conflictos voluntarios, ágil, flexible y económico.
La mediación es una forma de resolución de conflictos de forma voluntaria entre partes con la ayuda de una tercera persona neutral y cualificada. El mediador no tiene capacidad de decisión, a diferencia del arbitraje, de manera que la solución del conflicto depende de la decisión de las partes. Este sistema de mediación se extiende al ámbito civil y mercantil (particulares y empresas), quedando excluidas de la mediación el ámbito penal, laboral, consumo y relaciones con la Administración
El objetivo de esta medida es desatascar los juzgados, y al ser un mecanismo de resolución voluntaria la experiencia demuestra que el cumplimiento de los acuerdos es muy elevado.
Las personas que pretendan ejercer esta función de mediadores deberán estar en pleno ejercicio de sus derechos civiles y contar con una formación específica que se adquirirán mediante la realización de una serie de cursillos impartidos por instituciones acreditadas.
El coste de la mediación, haya concluido o no con éxito, se abonará a partes iguales por los litigantes, pudiendo el mediador pedir una provisión de fondos previa.