El nuevo Gobierno ha decidido mantener en 2012 el programa Hogar Conectado a Internet (HCI) que concede incentivos fiscales a las empresas para que doten a sus empleados de equipamiento informático y conexión a internet para su uso doméstico.
Estos incentivos permiten a las empresas la aplicación de una deducción de entre el 5 y el 10% en el Impuesto sobre Sociedades, además estos gastos se consideran de formación profesional y no retribución en especie al trabajador, por lo que están exentos de IRPF.
Dentro de este programa se incluye la adquisición de ordenadores (de sobremesa o portátiles), conexión a Internet (cuota incluida), periféricos, software, cursos de formación, etc.
La operativa de este programa consiste en que la empresa adquiere los equipos y los pone a disposición de los empleados para que ellos los usen en su ámbito doméstico. La empresa puede adquirir esos equipos de la manera que crea conveniente (compra, leasing, renting, etc.) y repercute el gasto.
Se estima que cerca de 500.000 hogares han podido beneficiarse de esta iniciativa desde su puesta en marcha en 2006. Esta iniciativa pretende una mayor penetración del uso doméstico de las nuevas tecnologías y una mayor capacitación de los trabajadores que adquieren un mejor manejo de las herramientas TIC lo que deriva en un aumento de la productividad de éstos.