La salud y el bienestar de los adultos, que pasan buena parte de su vida en el puesto laboral, mejoran cuando pueden trabajar en horarios flexibles, según un estudio.

El estudio, que publica la revista Journal of Health and Social Behavior analizó lo ocurrido a más de 600 empleados de una empresa de servicios que adoptó una iniciativa de horarios flexibles para sus trabajadores. «Los adultos pasan buena parte de su tiempo despiertos siguiendo ritmos institucionalizados en torno al comienzo y el fin del día y la semana de trabajo», señaló Phyllis Moen, del Departamento de Sociología en la Universidad de Minnesota y coordinador del informe.

Estas reglas y ritmos del horario laboral constituyen «jaulas de tiempo» que se dan por establecidas e inmutables, y son «andamios invisibles que confinan la experiencia humana dentro y fuera del empleo», continuó el artículo en la revista oficial de la Asociación Sociológica de Estados Unidos.

«Nuestro estudio muestra que cuando se pasa de considerar como productividad el tiempo que se está en la oficina a poner el énfasis en los resultados reales se crea un ambiente de trabajo que promueve el comportamiento saludable y el bienestar», indicó Moen. «Las iniciativas que abren la senda a los horarios flexibles alientan a los empleados a que se cuiden más», añadió.

La iniciativa de horario flexible que estudió el equipo de Moen comenzó en 2005 en la sede central de la empresa Best Buy en Richfield, Minnesota, y el propósito fue centrar a los empleados y gerentes más en los resultados mensurables que en dónde y cuánto tiempo se completaba la tarea.

Bajo el programa se permitió que los empleados cambiaran rutinariamente el lugar y el tiempo de trabajo, según sus necesidades individuales y las responsabilidades de su posición, sin necesidad de permiso o notificación a un supervisor.

Una de las conclusiones clave del estudio es que la iniciativa de horario flexible permitió que los empleados descansaran más y la mayoría de ellos indicó que dormía un promedio de 52 minutos más en la noche anterior al trabajo. Los empleados se sintieron menos obligados a trabajar cuando estaban enfermos y fueron más propensos a consultar con un médico cuando era necesario aunque estuviesen ocupados.

«La iniciativa de trabajo flexible incrementó en los empleados su sentido de control del horario y redujo los conflictos entre trabajo y familia, lo cual a su vez resultó en mejor descanso, niveles más altos de energía y un sentido de control de la vida personal que disminuyó el cansancio emocional y el estrés psicológico», sostuvo el estudio.

Fuente: Expansion.com